nuestro blog tiene el sentido de acompañar la asignatura y de ayudarlos a preparar el examen final.
Como ya tuvimos la última clase y el programa está completo, no agregaré ningún contenido nuevo en el blog.
Lo que agrego ahora, solamente para quienes tengan interés, es un resumen de uno de los temas de la última clase, con un .pdf de Ortega y Gasset que lo ilustra.
Si alguno encuentra un contenido de interés, y me lo manda, con todo gusto lo compartiré en el blog.
El tema en concreto y el texto de Ortega
Como recordarán o encontrarán en los apuntes, si los tomaron bien, en la primer clase hice una especie de apología o justificación de porqué es importante que haya asignaturas humanísticas en cualquier carrera universitaria, y del sentido que tiene la etapa universitaria de la vida, más allá de los reduccionismos pragmáticos o utilitarios.
En la conversación que siguió, para responder una consulta de Pedro, les cité un texto de un filósofo español del siglo XX, José Ortega y Gasset.
El texto explica hasta que punto una juventud con formación universitaria puede ser una gran calamidad para la cultura de una nación, si la universidad no mantiene su identidad formativa humanista e integral. Podría darse el caso de que la cultura europea debiera enfrentar otra vez a los bárbaros (lo dice Ortega), no ya a los que acecharon al imperio romano, sino a los bárbaros que egresan de las universidades iluministas y enciclopédicas.
A partir del texto de Ortega La barbarie del "especialismo", les expuse la idea, poniendo ejemplos domésticos.
En la segunda mitad de la última clase retomé la idea, para cerrar el curso con el mismo enfoque con que lo abrí.
Se trata de mostrar un hilo conductor entre la parte que dio el prof. Horacio Morel y la parte que dí yo, señalando una especie de itinerario de crecimiento humano, de crecimiento personal, de madurez como mujer o como varón en torno a la asignatura Historia del Cristianismo I.
Le explique que cuando ESEADE nos convocó, fuimos llamados precisamente para dar ese enfoque humanista y cristiano, abierto al diálogo con otras religiones y con no creyentes, y por eso aceptamos, más que por enseñar esta asignatura en concreto.
La evaluación oral final está prevista desde ese telón de fondo. Por eso les expliqué como sería el examen y el enfoque o actitud para estudiar adecuadamente:
que no equipararan Historia del Cristianismo I a otras asignaturas centradas más bien en memorizar, sino que pensaran qué les aporto para la vida de cada día nuestra presentación de la asignatura, y que desde allí repasaran las distintas unidades.
No está previsto preparar un tema especial para el final (el programa es claro y lo entregué en papel y en archivo Word el primer día de clase, además de ir subiéndolo al blog gradualmente), pero sí está previsto que puedan hablar desde la unidad que más los ayudo a crecer, después de haber respondido una pregunta de cada profesor.
En coherencia con nuestra propuesta, aunque tengan que estudiar como cualquiera y leer todas las lecturas obligatorias, nuestra evaluación estará más sobre el crecimiento humano y los nuevos horizontes adquiridos que sobre fechas o datos memorizables.
Si los saben, mejor, pero nos interesa más poner el acento en lo humano. Nos interesa que descubran la etapa universitaria de su vida bajo otra luz, que descubran que cualquier carrera universitaria puede ser un itinerario de algunos años de crecimiento como varones o mujeres, como personas, y no solo acumulación de datos en función de un objetivo pragmático o meramente utilitario. Años de crecer en lucidez sobre sí mismos, los otros, lo otro y el Otro.
El marco del pensamiento clásico europeo, que alude al realismo, al orden natural, a la metafísica y a la verdad, está en la base de nuestro enfoque.
La clausura del curso fue muy linda y creo se fueron todos contentos y en paz; por lo menos así lo manifestaron algunos que se acercaron a saludar cuando terminó la clase.
Agradezco también los aportes y sugerencias que me hicieron llegar en la última clase, a partir del pedido que hice en la clase anterior, en relación a lo que el Programa especifica sobre la evaluación que los mismos alumnos hacen en ese momento de la cursada y de los profesores.
Agrego a continuación, en pequeños segmentos, las cuatro páginas del texto de Ortega.
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